True blood, la serie de vampiros de HBO cuyos protagonistas (por fin) no son niños de institutos, se basaba en la colección de libros de Charlaine Harris 'The southern vampire misteries'. Contó con siete temporadas que se emitieron los veranos entre 2008 y 2014 y trataba sobre un mundo en el que los vampiros convivían con el resto de unos tras la creación de una bebida de sangre sintética.
La protagonista de la historia es Sookie Stackhouse (Anna Paquin versión rubia), una camarera de un pequeño pueblo del sureño estado de Luisiana con poderes telepáticos. Además de los vampiros en la serie hemos podido ver todo tipo de criaturas: hombres-lobo, hombres-panteras, metamórficos, hadas, brujas... Cualquier ser apto para una novela de terror tenía cabida dentro del argumento de la serie.
Como consecuencia del éxito que la serie ha ido cosechando a lo largo de sus temporadas, ha encontrado un buen número de seguidores que han hecho de ella un fenómeno de la cultura pop.
Alan Ball, el creador de la serie, no quería que el reparto apareciera en la cabecera, por lo que crearon unos créditos de lo más originales. Grabados en varios lugares de Luisiana, Chicago y Seattle, son una mezcla de imágenes que el equipo de producción encontró curiosas de estos lugares. El hombre que aparece bailando con una chica es el productor Mark Bayshore y los niños con mermelada en la cara son sus hijos.
Por último, un making of de los créditos de la serie: