Otra nueva entrega de lo que puede dar de si una visita a Starbucks. En anteriores ocasiones hemos podido ver la transformación que sufrían los vasos (aquí, aquí o aquí). Sin embargo, Sleevebucks prefiere usar el cartón que evita que nos quememos las manos para convertir a la archiconocida sirena en algunos de los personajes más conocidos de la cultura popular:
No soy muy fan de estas cosas, ¡pero tiene arte el condenao!
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