La configuración de privacidad pueden gestionarse desde los perfiles personales. Ahí encontraremos diferentes apartados, pudiendo gestionar quién tiene autorización para ver nuestros contenidos, si van a ser públicos, si sólo los verán nuestros amigos, si los organizaremos por listas o individuos o si serán material privado sólo visible para nosotros. De este modo clasificaremos de manera general cómo se van a mostrar los contenidos que publiquemos, pero también debemos tener en cuenta que podemos modificar esta opción de manera individual en cada una de las publicaciones que lancemos desde nuestro perfil.
Una buena forma de seguir gestionando nuestra privacidad en Facebook es la crear listas para clasificar a nuestros amigos. De este modo, nos será mucho más sencillo seleccionar quién queremos que vea qué.
En paralelo a esto Facebook nos permite definir de qué forma queremos ser encontrados en la red social si alguien nos busca por el nombre, teléfono o e-mail. Y no sólo eso, también podemos activar y desactivar la opción de que los motores de búsqueda ajenos a Facebook indexen nuestros perfiles de manera pública.
Hay más opciones interesantes. Por ejemplo, las de biografía y etiquetado. A través de esta sección de la privacidad de nuestro perfil podremos definir si autorizamos a otras personas a publicar contenido en nuestra biografía, así como si queremos revisar antes de aparecer en la misma las publicaciones en las que nos etiqueten. ¿Y si queremos saber cómo ve una determinada persona nuestro perfil? También podemos controlar ese aspecto.
Finalmente, un último apartado de opciones que pueden configurarse desde la privacidad de Facebook son las etiquetas que otros añaden a nuestras publicaciones, así como la posibilidad de incluir más o menos personas entre las que pueden ver dicho contenido.
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