Los líderes de opinión de la era pre-Web 2.0 eran profesionales de reconocido prestigio por sus años de trabajo, estudio e investigación. Sus opiniones podían influir directamente en el comportamiento del consumidor. Son y han sido, por tanto, una pieza clave para el marketing de las empresas, puesto que intentan fidelizarlos para lograr críticas positivas e influir en decisiones de compra.
En la actualidad estos criterios no son los únicos para considerar a una persona influyente. Tener un gran número de seguidores en medios sociales cobra más importancia que la verdadera experiencia. Son personas mucho más accesibles para el consumidor medio ya que basta con acceder a su blog a su perfil para conocer su opinión sobre un determinado producto o marca.
En este caso, fidelizar a un social influencer puede acarrear consecuencias tanto positivas como negativas. Por un lado, fidelizarle supone tener acceso a sus seguidores y, por lo tanto, a un número considerablemente alto de potenciales consumidores. Por otro lado, si ese social influencer sufre una experiencia no del todo satisfactoria con la marca también lo sabrán sus seguidores, pudiendo llegar a convertirse la chispa que detone la crisis de dicha marca.
En definitiva, los social influencers son personas a las que hay que tener en cuenta en cualquier plan de medios sociales, ya sea porque puedan convertirse en nuestros aliados, ya sea porque nos ofrezcan una visión más clara de aquello que no gusta de nuestra marca y cómo podemos cambiarlo.
Cuando leo esto pienso en dos personas (o quizás "personajes"). Por un lado podría ser un Viruete con todos sus seguidores: me suele molar lo que comenta este señor pero si me oliera a influencia de una marca, no sé yo... Y por otro lado pienso en el típico anuncio del sr. Nadal. Esto último sin comentarios. Creo que no me mola que las empresas tengan social influencers.
ResponderEliminarViruete sí sería un social influencer en toda regla: tiene un montón de seguidores y la mayoría de ellos se guían por las opiniones que da.
EliminarLo de Nadal es más bien hacer uso de un famoso en una campaña publicitaria, pero en este caso tiene tanto desgaste mediático que no creo funcione la asociación celebrity-marca. Además tengo dudas de su campo de influencia.
Gracias por tu comentario.