Encantado de estar por estos lares y buen preludio de Halloween a los fanáticos del Horror en todas sus manifestaciones artísticas.
Vuelvo otro años más para hablaros de un poquito de lo que me apasiona. Como el Terror es tan amplio nos ofrece la posibilidad de tocar cualquier campo y por supuesto la música es un perfecto vehículo para las emociones e historias más oscuras. Si alguna vez os sentisteis la persona más rara del planeta, es que no conocéis a Arthur Brown. Este genio inglés se hizo famoso a finales de la maravillosa y psicodélica década de los 60, con su banda The Crazy World. E invocaron un tema que pronto se convirtió en número uno de las listas británicas y en un icono de la música macabra. No solo por su letra y su sonido, sino ademas por esa excéntrica e hipnótica puesta en escena. Con su túnica, sus cuernos ígneos y su cara endemoniada bajo la pintura, no puede sino evocarnos un ritual a dioses paganos con intenciones que van más allá de nuestra imaginación. No puedo asegurar que fuera el primero en usar esa decoración facial, pero si está comprobado que este artista es fuente de inspiración para otros nombres destacables como Alice Cooper, Kiss o el mismísimo Marilyn.
Quedaos con las neuronas retorcidas, como me quede yo, la primera vez que disfrute del vídeo de FIRE:
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