lunes, 29 de octubre de 2018

Las buenas historias no se cuentan solas

Si hay un género proclive a destacar la figura del narrador, ese es el Terror. Aunque los protagonistas sean los asesinos, los fantasmas o las criaturas salidas del infierno, la figura del anfitrión puede ser en muchas ocasiones igual de relevante e incluso llegar a ser más idolatrada.

En el mundo del cómic, los cuentos de terror y misterio clásicos tiene un nombre: Las Historias de la Cripta de EC Comics. En los años 50 Bill Gaines heredó una editorial de historietas educativas de su padre y le dio un giro de 180º al carácter de los títulos, pasando a ser más provocativos y entretenidos. Creó comic-books de ciencia ficción, bélicos y los grandiosos Vault of Horror y Haunt of Fear, junto a las mencionadas Tales from the Crypt. Y cada título tenía su guardián, cada cual más horrendo y a su vez más atractivo. Te hacen sentir parte de su club de engendros y te animan a continuar con las historias, ya que las están contando para ti.




Por desgracia a mediados de esa misma década surgió en los USA un órgano censor, la infame Comic Code Authority, que pronto consiguió acabar con las ventas de todos estos títulos.

Décadas más tarde el Guardián de la Cripta se haría de carne y hueso (o más bien de goma y pintura) en la pantalla. 


Mientras tanto, a mediados de los 60, Jim Warren dio con la clave para poder seguir publicando terror y vísceras, el formato revista. De esta forma nacieron dos nuevos y queridos anfitriones: el tío Creepy y el primo Eerie. Por suerte estas historietas han seguido publicándose, aunque cambiando de editorial, hasta nuestros días. Grandísimos nombres han dejado su nombre en las páginas de esta revista como Neal Adams, Bernie Wrightson, Frank Frazetta, Richard Corben, Esteban Maroto y suma y sigue.


En la actualidad son innumerables las obras que hacen referencia a estos grandes símbolos del horror. Aprovecho para recomendaros un cómic que rinde homenaje a los superhéroes clásicos, a la ciencia ficción y como no podía ser de otra forma también al terror, Black Hammer. En esta historia uno de los miembros del grupo es algo así como una nigromante, Madame Butterfly, y en el número que se narra su origen se hace una bonita referencia a las historietas clásicas.


Seguro que vosotros tendréis vuestro favorito, que puede que no esté por aquí. Y que seguramente os acompañe en las noches más siniestras.

Fito Tuilman

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