Habrá gente que reniegue de su pasado, del lugar donde nació o del sitio en el que pasó una parte de mi vida. Ese no es mi caso.
Sigo enamorada de la tierra en la que nací y me vió crecer. Dicen que las personalidades se forjan a partes iguales entre la genética y el entorno. Todo lo que soy y lo que llegue a ser se lo debo a mis padres. Sin ellos, sin sus ensañanzas, sin sus consejos que me han guiado en todo momento no sería la persona que soy, y por ello les estaré eternamente agradecida.
Después de empezar este post con una estampa tan típica os dejo algunas fotos más no tan típicas. Buen fin de semana a todos.
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