viernes, 28 de octubre de 2016

El arte del terror para venderse: La venganza

Aquí estamos para continuar donde los dejamos. Corría el buen año de 1984…


C.H.U.D. (Caníbales Humanoides Ululantes Demoníacos), 1984


No, no son las Tortugas Ninja Mutantes Adolescentes, pero son un concepto igual de loco. Para que luego se diga que las traducciones de títulos al castellano son malas, pues toma, la excepción. Con este rimbombante nombre se nos presentan a estas entrañables criaturas que campan a sus anchas en la red de alcantarillado. Un cuidado póster digno de esta película de culto.  


Phenomena, 1985


Otra muestra de arte italiano para una de las cintas más recordadas del gran Dario Argento, con la encantadora Jennifer Connelly.


Re-Animator, 1985


El doctor loco por excelencia. Una obra de arte acorde al film.


Critters, 1986


Si triunfaron los Gremlins por qué nos íbamos a quedar ahí. Pedazo de dibujo de lo que viene siendo un adorable Critter, que te está pidiendo que te lo lleves a casa.


House: Una Casa Alucinante, 1986


¿Qué hay más aterrador que una mano amputada? Una mano amputada, putrefacta y viviente llamando a tu puerta.


Hellraiser, 1987


Les quedó tan espectacular el diseño del Pinhead que ya tenían el póster hecho.


Jóvenes Ocultos, 1987


Aquí la propuesta no es aterrorizar sino ser molón a tope. El tipo de póster al que aspiraban los de la Super Pop.


Fonda Sangrienta, 1987


¿Quién no querría entrar en un diner con esta chulada de rótulo de neón? Aún sabiendo que no cumplen con los requisitos de sanidad, no puedes negarte.


Phantasma II: El Regreso, 1988


Muy buen cartel para la segunda entrega de la saga de Don Coscarelli, con el imponente Hombre Alto y su esfera asesina, en la que vemos reflejados a los asustados protagonistas.


La Divertida Noche de los Zombies, 1988


Perfecta representación del virus que convierte a los cadáveres en zombis come-cerebros, el Trioxín.


Están Vivos, 1988


Póster con la cara del protagonista, el famoso wrestler de la era dorada Rowdy Roddy Piper, con sus gafas para detectar los mensajes subliminales (Work 8 hours, Sleep 8 hours, Play 8 hours ¿qué más se puede pedir?) y a los extraterrestres que han invadido el planeta. Muy resultón el diseño de dichos seres.


Cementerio Viviente, 1988


Perfecto el uso de los tonos oscuros y azulados, acordes a la ambientación deprimente de la cinta.


Viernes 13, Parte VIII: Jason Vuelve... Para Siempre, 1989


No podemos acabar de otra forma que rindiendo homenaje a la máscara de hockey de Jason Voorhees, dispuesto a masacrar a toda Nueva York (o al menos a Manhattan) a cuchillazo limpio.

Dulces pesadillas hasta la semana que viene.


Especial Halloween por Fito Tuilman:

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